viernes, 19 de marzo de 2010

¡35 millones en papel!

¡35 millones en papel!

Primero la versión impresa, después el blog.
Este fue el desarrollo cronológico de esta cosa. Acá los textos escacean, las fotos también, y los dibujos, también- Pero no en la versión en papel.

Echo por un sujeto graficamente burdo (que igual no deja de intentarlo); simpatizante de las palabras, esta entrega en varias hojas con un blanco y negro a rajatabla.

Material recomendado para ser leído en transportes públicos, preferentemente tren (en estos casos la temperatura ideal varía según la necesidad que plantee el texto que se está leyendo); horas muertas en el trabajo, cualquiera sea el trabajo; tiempo muerto cuando nos dejan plantados; entretiempos de encuentros deportivos; y sobretodo en baños, preferentemente con iluminación y ventilación agradables. !!!

Noviembre


Ahora bien, ¡cuánto que me gustaría escribir cuentos de horror! que transcurran en una selva, en un bosque, con un olvidado viviendo en una cabaña, dueño de una sierra eléctrica y un hacha. Y si eso no fuese lo mío, me gustaría poder escribir cuentos de suspenso en una gran urbe contaminada, sucia, exclusión, odio, violencia, putas, borrachos, policías corruptos y malditos, con un olvidado viviendo en un edificio, ¡perdón! en un edificio abandonado, y que estrangule muchachas; muchas muchachitas inocentes y no inocentes; mucha sangre. Y si eso siguiese sin ser lo mío, todavía me quedaría la Ciencia Ficción. Y si eso aún no me convenciera me rebajaría a hablar del remisero que está guardando el Fiat Duna en el garage de enfrente de mi casa; no perdón, lo está sacando. También podría seguir rebajándome e intentar ser el nuevo Bucay de una juventud hipersugestionable. Y si eso siguiera sin ser lo mío les contaría sobre la formación del primer seleccionado amateur en disputar un partido internacional contra un combinado Escocés en el palmar de Entre Ríos (compartí el maltratado campo de juego con mi viejo, jugué de 2, y desde ahí empezó él a confiar en que yo podía ser el último hombre, y bueno… desde ese momento soy el último para todo). Y si eso efectivamente, seguiría sin ser lo mío, tendría que ponerme otra vez a hablar de vos. Pero… shhh shhh que apenas está arrancando Noviembre.

cosa en verso #1



si me dieran

ahora mismo

el interruptor para hacer que el fin del mundo ocurriera…

lo apretaría.


Si.


pero me gustaría que sean múltiples

bombas atómicas

en todo el mundo,

y que no quede ni un solo lugar

en donde

las ondas expansivas

de unas bombas

y otras

se toquen.



para evitar esos

apocalipsis románticos

donde pueda haber héroes

que después mueran



Y que gente escriba sobre esos héroes



y sobre todo

de la decadencia de esos héroes.

TBA




Le habían robado cuando entraba a su casa. Vivía en Flores. Un asalto poco violento - La saqué barata - dijo, dibujando una sonrisa que menospreciaba el hecho. Un suceso revelador: un ataque de presión (internación incluida).

Replanteó su vida en dos días y al tercero ya había decidido reducir su nivel de stress y preocupación. Para esto su mujer aconsejó que luego de la jornada laboral en el tren (trabajo que para él implicaba cierta estática social-adquisitiva, aceptada a base de auto-mentiras, justificaciones y afirmaciones tales como que no necesitaba un televisor LCD de tres mil pulgadas, ni el nuevo Citroen C4 full-full. Ok… No lo necesitaba, pero si lo quería, y mucho) debía hacer alguna actividad que lo libere de tensión, "lo relaje".

Ella pensaba en Yoga, en Reiki, o en cualquier disciplina oriental moderna que incluya meditación, y sea compatible con el feng shui de la decoración. Él pensaba en serle infiel. Yo hubiese pensado en catarsis creativa, aunque sea forzada, pero él y ella ignoraban esta opción. Yo y ella no somos nadie, ella menos que yo. Él era en cuestión el que decidiría. Y él decidió.